Monitas PlayRoom
¡Buenas tardes guapuras!
Dicen que más vale tarde que nunca, así que por fin puedo explicaros como fue el proceso de convertir una de las terrazas en playroom.
Igual me alargo un poquito, pero me habéis hecho muchísimas consultas sobre el tipo de cerramiento y sobre los detalles de la sala, así que con este post espero aclarar todas esas dudas.
Por qué cerrar una de las terrazas
Nuestro piso dispone de dos terrazas. La que suelo mostrar más en Instagram da al salón y a la cocina y la que hemos convertido en playroom tiene la salida en los dos dormitorios: el nuestro y el de las monitas.
Esta terraza la teníamos muy desaprovechada y desangelada. Un espacio de 16 metros cuadrados que a penas usábamos una o dos veces en el año para hacer alguna cena o comida familiar…
Por otro lado, llevábamos tiempo algo saturados con la cantidad de juguetes y materiales varios de las monitas que ya empezaban a invadir todos los espacios del piso, que os recuerdo tiene 74 metros cuadrados.
Así que se nos ocurrió la idea de cerrar la terraza y convertirla en sala de juegos, de esta manera daríamos uso a un espacio poco aprovechado de la casa, por un lado, y descongestionaríamos un poco el piso, por otro.
Tipos de cerramientos y aspectos legales
Y así fue: empezamos a investigar sobre tipos de cerramientos: cerramiento total de aluminio, pérgolas bioclimáticas, carpas tipo las que tienen muchos bares en las terrazas, etc.
Un hándicap era el hecho de vivir en una comunidad de vecinos. Nos pusimos en contacto con el arquitecto del ayuntamiento de nuestro municipio y nos indicó que un cerramiento total no está permitido por ley, así que teníamos que mirar alguna opción que no fuera fija.
En este momento, estuvimos a punto de tirar hacia la opción de una pérgola bioclimática, pero el presupuesto se encarecía muchísimo y queríamos disponer de la mayor cantidad de entrada de luz natural posible, ya que los ventanales de los dos dormitorios que dan a esta terraza son la única entrada de luz natural que tienen.
Mirando todas estas opciones dimos con una propuesta de la empresa Tancal, de Barcelona, que nos recomendó realizar un tipo de cerramiento completamente móvil para salvar el aspecto legal: es decir que todos los ventanales frontales (llamados cortina de vidrio) y el techo de policarbonato se pudieran plegar o recoger.
Volvimos a plantear esta opción en nuestro ayuntamiento y nos indicaron que este tipo de cerramiento tenía la misma consideración con una pérgola, así que no era necesaria licencia ni ningún tramite. ¡Genial! Aún así lo comentamos con los vecinos y nadie tuvo ningún inconveniente.
El precio
Ay!!! La pregunta del millón. Este tipo de cerramiento es caro. Más caro que un cerramiento simple de aluminio, el cual os recomiendo si vivís en una casa o no contáis con ningún inconveniente legal que os lo impida, pero algo más económico que una pérgola bioclimática, sobretodo si la apertura del techo es manual, como en nuestro caso.
A nosotros, sinceramente, nos compensa muchísimo la inversión que hemos hecho. Las monitas se vuelven locas por salir a la sala de juegos cada día. Para nosotros, es un espacio muy relajante en el que compartir momentos agradables con ellas y sin pantallas (importante).
Y, al final del día, el piso está mucho más recogido y ordenado, especialmente su habitación y el salón, que eran los dos espacios en los que más jugaban.
En definitiva, tenemos la sensación que hemos ganado una habitación más en el piso y que todo es más grande ahora.
De terraza a PlayRoom
Una vez montado el cerramiento sólo quedaba llevar a cabo la transformación final para convertirla en playroom.
Colocamos unas cortinas blancas y baratitas, aunque provisionales. Son el modelo VIVAN de IKEA, y de momento se quedarán hasta que encontremos la solución definitiva, que aún estamos valorando.
En cuanto al suelo, teníamos claro que sería de moqueta vinílica, para aislar del frío y que lo pudiéramos limpiar fácilmente. Lo comentamos con Grupo Lober y nos dieron una solución ideal, con una moqueta que imita a la perfección las lamas de madera en tono blanco como el resto de nuestra casa, de modo que la sala queda perfectamente integrada.
La instalación no duró más de dos horas y pudimos sacar todos los jugueteros y mobiliario que iba a conformar la sala:
- Colocamos los jugueteros Trofast de IKEA, que tenían las niñas en su habitación, así como la cocinita, que podéis encontrar en Amazon o Tutete.
- Incorporamos una estantería más, de madera de pino natural, de MueblesLufe, para disponer algunos juguetes al alcance de las monitas y de un modo más atractivo.
- Sacamos el tipi que teníamos en el salón, que es de EspaciosMueMue y con el que las peques juegan muchísimo. No sabéis cómo lo ha agradecido nuestro salón… jejeje.
- También incorporamos al espacio el sofá de Miliboo, para poder estar Alex y yo viendo a las monitas, leyendo o hablando relajadamente. Es pequeñito, pero ideal para nosotros dos solos.
- La preciosa piscina de Misioo, que la teníamos en el despacho y que nos servía para trabajar entre chapuzones de las monitas, jajaja.
Detalles
Por último, los detalles son los que hicieron que este espacio tuviera el encanto que tiene:
- Etiquetamos todas las cajas Trofast de los jugueteros con las etiquetas de EtiquetaMe.
- Colocamos el cartel de “Monitas Playroom” de KukoStudio que tanto nos gusta.
- Algunas láminas enmarcadas de Desenio.
- Las preciosas plantitas y el macetero de riego automático de Citysens_garden, para dar un aire más hogareño a la sala.
- Los bastidores de Ohquecuquii y el tapiz de happydreamsbcn, detalles de marcas bonitas que ayudan a crear un espacio dulce y con encanto.
Este último proceso de colocación de muebles, juguetes y detalles lo hicimos de noche, mientras las monitas dormían… y la magia se hizo al subir la persiana y darles los buenos días.
Nuestra mejor recompensa a tanto trabajo y esfuerzo: ver sus caras. Ni la mañana de Reyes. Los juguetes, eran los mismos que ya tenían pero era como si los redescubrieran de nuevo…
Espero haber podido aclarar muchas de las dudas que teníais y que os pueda servir de ayuda o inspiración. Besitos y feliz lunes, guapuras.